La fiesta de San Miguelito en 18 cuadros
(Fiesta Patronal del Barrio) San Miguelito es el barrio que le da identidad a la ciudad de San Luis Potosí. Este barrio se fundó en 1597 con indígenas tlaxcaltecas y tarascos, y con él nació el culto a San Miguel Arcángel. La festividad en honor al Arcángel Guerrero se celebra el 29 de septiembre de cada año, no obstante los festejos comienzan días antes con las típicas serenatas y entradas de cera, con música de banda, marmotas y cohetones. La “bajada del santo” marca el inicio de los festejos en honor al arcángel San Miguel. Mientras se baja al santo las campanas de la iglesia se hacen sonar con peculiar repiqueteo, anunciando el inicio de las fiestas patronales. Su escultura recorre el barrio en la plataforma de un carro alegórico. La “serenata” es un recorrido nocturno por las calles del barrio que se acompaña con músicos de banda, también conocidos como “la tambora”, interpretando canciones populares. En el trayecto un grupo de voluntarios cargan la escultura del arcángel y van encendiendo cohetones. También se turnan el baile de “la marmota”, tubo o palo que sostiene un muñeco o una estructura de tela con distintas representaciones. La “entrada de cera” es una peregrinación vespertina que se realiza un día después de la serenata, para ofrecer flores y veladoras al santo patrono, como muestra de la devoción de los vecinos del barrio. Como parte de los festejos también se realiza la elección de la reina del Barrio de San Miguelito y una carrera atlética. El 29 de septiembre, día principal de la celebración, se ofician distintos tipos de misa en el templo eregido en honor al Santo Patrono y los vecinos del barrio, así como los visitantes celebran con una kermés, danzas, juegos de feria, fuegos artificiales y baile. Esta es la descripción de la fiesta de uno de los barrios más antiguos de la ciudad, fue el motivo para realizar este proyecto durante el mes de septiembre del 2014 consitió en mostrar en 18 fotografías la escencia de la fiesta. Durante siete días a partir de las 7 pm, se caminó con las “serenatas” y se presenciaron las “entradas de cera”. Por la hora y la época del año, el ambiente nocturno fue la constante para realizar las fotografías. No se utilizó ninguna iluminación adicional, solamente la luz ambiente y la proporcionada por las lámparas de la calle. Se seleccionó un objetivo 50 mm por la amplia abertura de diafragma que se puede obtener con este, tratando de compensar que el iso no fuera muy elevado para disminuir el efecto de granulosidad. Las velocidades variaron, pero por muy lentas que fueron no hubo necesidad de utilizar tripie, fue suficiente con la estabilidad de las manos. La conclusión del proyecto fué interesante como contenido artístico y cultural que se decidió participar en el premio Manuel Ramos de fotografía, perteneciente a la 63 edición del certamen 20 de Noviembre del 2014. El resultando fue la obtención de una mención honorífica y la exposición del proyecto como parte de la muestra de los proyectos premiados. Texto en colaboración con Graciela Lomelín López